domingo, 15 de noviembre de 2015

Como un fantasma

Más allá de la niebla, dicen que hay una torre. Pero nunca nadie la ha visto. Hablan de un viejo campanario y de una propiedad salida de los cuentos de hadas, como una hermosa caja de madera tallada, que ha encerrado a un fantasma.
            Está rodeado de un plácido lago, que parece dormir bajo las sábanas de la bruma. Como un cristal que refleja la paz del cielo, como un perfecto disfraz que proyecta belleza para ocultar la verdad iracunda, de profunda oscuridad, perdición y miedo, entre lápidas de agua.
            Dicen que ahí construyó la muerte su morada, entre las sombras, entre el follaje, entre los muros. Todos cuentan historias, pero nadie habla de recuerdos, porque ninguno que haya ido a ese sitio ha regresado para narrar sus memorias. Sólo el viento viene y va, con cierto aroma a olvido, humedad y muerte.

            Más allá de la niebla te espero, entre estos muros de piedra, aguardando entre los rincones, en el fondo del lago, en la torre olvidada y el campanario, mezclado con la bruma, un trozo de mí en cada loza, en cada ventana, cada puerta, cada rama, como una sombra, como un fantasma.    

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